domingo, 29 de mayo de 2011

EL BUHO (Cuentos Oscuros Para Leer con la Luz Encendida)

                                                         EL BUHO

Historias de maldiciones y brujerías, hay a montones. Todas las culturas tienen sus magos, sus curanderos, sus hechiceras y sus leyendas…
Pero esta, queridos lectores, es distinta a todas, al menos para mi. Es real, al menos para mi… es mi historia, es mi maldición… la que padezco, la que comparto, con la que convivo, con la que me abrazo…
Pero vamos al principio. Lo principal en toda historia, es tener un buen principio… y si este esta ubicado, tanto física, como temporalmente por delante del desarrollo y el final, mucho mejor. A mi no me gusta eso de cambiar una parte por otra, los finales abiertos… el dadaísmo, la pata física y esas “técnicas modernas” que le gustan a mi creador. Para mí, una historia, empieza por  el principio, continúa con el desarrollo y termina… en el final y punto, punto final.
Un buen principio para esta historia, sería contarles quien soy. Mi nombre es Federico Goldstein (obviamente, es mi nombre artístico) soy un triste personaje de ficción. Pero esa no es mi maldición. Como si eso no fuera suficiente, soy el protagonista de un escritor novel, totalmente desconocido y desconocedor en el campo de las letras, que insiste e insiste en que yo protagonice todas sus historias sin importar que se traten. Pero, tampoco ese es el maleficio que me persigue… mi maldición es otra y comenzó hace ya unos años…
Pero el principio siempre debe ir por delante…es la lógica universal, no conozco a nadie que haya muerto antes de nacer…como tampoco conozco a nadie que haya muerto, antes de que su hora haya llegado.
 Mis características, las que me fueron dadas por la tinta de mis venas, me hacen una persona… algo complicada. Suelo ser muy cariñoso, amable, romántico, o, como la mayoría del tiempo, un ermitaño mal humorado sin amigos y sin ganas de tenerlos. Suelo ser… algo cruel, un poco cínico y un tanto desagradable. Lo que se dice un uranio malparido. Siempre fui igual, en todos los ámbitos de mi vida, en cada historia que me tocó protagonizar.


-¿Y? ¿Sirvió de algo todo este tiempo?-
-Para darme cuenta de que todavía te extraño-
-¿Crees que soy una nena? No envejezco porque soy el fetiche de mi creador, pero casi llego a los treinta…-


Me sentía abrumado. Una relación formal significaba un estrés agobiante, además de representar una responsabilidad que yo no estaba dispuesto a asumir. Ella solo me sostuvo la mirada y con la bronca apretada entre los dientes me murmuró con la vos gastada…

- Así que necesitas tiempo…-

Movió su cabeza de arriba  abajo un par de veces como aceptando una situación inaceptable.

-Después de todo lo que pasamos…necesitas “vencer a tus fantasmas antes de poder comprometerte, antes de…enamorarte”-

A cada frase le seguía un silencio frio. Las historias empiezan por el principio…


- Muy bien…no te entiendo, pero no pretendo hacerlo. Si es lo que a tu corazón le hace falta, voy a dejarte el lugar…es más…si de fantasmas se trata, hasta voy a ayudarte.-

Las maldiciones y las historias empiezan por el principio, pero a veces, es muy difícil identificar, cuál es ese momento en el que le estamos dando comienzo.

- Hasta que no venzas a tus fantasmas no te vas a enamorar y para facilitártelo, te concedo la capacidad de ver a todo fantasma o entidad espiritual y energética que te rodee. Te deseo la mejor de las suertes…-

sin decir más, extendió sus alas y voló hasta su nube roja. En ese momento, no la comprendí. Durante lo que quedó del día no la comprendí. Recién a la mañana siguiente empecé a percatarme del terrible significado de las palabras de aquella mujer tan particular.
                                                                                   s.s

                                                                                   
                                                               -.EL.BUHO.-s.s

No hay comentarios:

Publicar un comentario