miércoles, 23 de noviembre de 2011

-.DIOS y EL DIABLO LA REUNIÓN.- (Mis Relatos Desgramatizados)



La puerta estalló en una seguidilla de golpes que resonaron por todos los cielos...
Nadie contestó.

Antes de que el hombrecillo rojo pudiera repetir su golpeteo, la puerta se abrió cediéndole el paso mientras que a la vez, un camino maravilloso de nubes blancas se generaba a su pies...
El enjuto personaje de cuernos afilados no podía dominar su indignación, no le importaba estar en mismo cielo...los improperios e insultos casi susurrados salían de sus labios sin siquiera una pausa entre uno y otro. Con una de sus manos, de manera intercalada, se frotaba nervioso la barbilla y luego se refregaba con fuerza la calva. En la otra mano llevaba un ancho fajo de hojas garabateadas, el cual blandía de un lado al otro como espantando moscas.
En un lugar indeterminado de brillante pulcritud se detuvo -¿No dices que las puertas de tu casa están siempre abiertas?-. Desde todos los rincones del paraíso, una cálida risa resonó llenando de alegría cada espacio... - no sé de que te ríes...no hay nada que me haga gracia en esta situación... -el demonio se enfurecía  más a cada instante-... ¿podrías dar la cara? ¡¡¡Tenemos que hablar de algo muy serio!!!-
Dios y el demonio se conocían desde hacía siglos, para ser más exactos, casi desde el principio de la creación... entre ellos, más allá de lo que suele creerse, había casi una amistad, claro, una amistad polarizada, ya que el demonio, dado su  carácter y condición, no podía querer a nadie, pero por momentos, lograba apaciguar su furia y envidia, y se llevaban bien.
El Altísimo concedió el deseo y se hizo presente, solo sonrió y miró al diablo con ternura.
- Vengo porque...- Dios interrumpió -...estás preocupado por la situación actual en el mundo...- El demonio con cierto fastidio por la interrupción continuó -...si. Habíamos dicho que esta era la última oportunidad que tenían para salvarse del  fuego eterno...y está bien que yo quiero que estos mortales asquerosos que se pudran en mis dominios, pero... pero... ¿no vas a hacer nada?;¿No intentaras salvarlos? no sé, un nuevo diluvio, una segunda encarnación de tu hijo...una conferencia de prensa...algo ¿Solo dejarás que todos se pierdan?- Dios, con una seña lo invito a caminar a su lado -Mira querido amigo. Hemos hecho esto durante miles de años...yo intento salvarlos, tu intentas perderlos...he mandado profetas, santos, mensajes, apariciones. He hecho milagros ...¡hasta he mandado a mi hijo! y nada funcionó... ¿sabes que? la salvación del mundo...no depende de mi...- el demonio se detuvo en seco, las hojas que llevaba en sus manos volaron por el aire y la furia se dejó oír... -¡¡¡No depende de ti!!!¡¡¡No depende de ti!!! ¿Y entonces de quien? ¡¡¡Por mi mismo!!! ¡¡¡Eres Dios!!!¡¡¡ El Creador, todo poderoso, El Padre bueno, él que todo lo ve y todo lo puede!!! Día tras día me he encargado de que estos infelices sufran, de que padezcan enfermedades, guerras y pestes y tu no has hecho nada...- Dios continuaba con su calma eterna - Querido contrincante, el sufrimiento terrenal no es nada, es un abrir y cerrar de ojos. Al llegar a la eternidad, la vida en la carne será entendida y recordada con gracia...- esta vez el demonio fue quien interrumpió- Me pareces que no estás entendiendo algo...Si esta vez las almas terrenales no se redimen, cosa que veo casi imposible, todos se perderán de esa...maravillosa eternidad de la que hablas...¿¡¡¡No te das cuenta!!!? Ya casi no hay tiempo - Dios repitió -No depende de mi- La indignación del demonio parecía no podía ser mayor, por primera vez en milenios, algunas lágrimas de furia se dejaron ver en sus ojos... -¡¡¡No puedo creerlo!!! ¿No lo vez? ¡¡¡A cada segundo te imploran ayuda!!! Caminan cientos de kilómetros en procesiones en tu nombre, se entregan a ti...¡¡¡Tu tenías para ellos un plan de salvación!!! ¿Y ahora dices que no depende de ti? Tu dijiste que ni uno solo de tus hijos quedaría sin redención...- Dios le regaló una sonrisa única -Creo que ya lo vas entendiendo.- El diablo se arrojó al piso en un berrinche descontrolado. Con sus puños golpeaba el suave alfombrado de nubes mientras insultaba como un loco -¡No! ¡No lo entiendo! ¡Dijiste que ni uno solo se perdería y todos se están yendo al mismo infierno! ¡Nunca me imagine que esto sería así! ¡Jamás creí que ganaría esta guerra! ¡Yo solo quería hacerte las cosas difíciles! Tu me humillaste, me expulsaste de tu lado por un error ¡Me sentí como un tonto y prometí vengarme! pero tu eres Dios...- el diablo se detuvo. Volvió a pararse y miró a los ojos del Creador... Decidido y sin la menor muestra de inseguridad le dijo -Señor, si tu no estás dispuesto a hacer algo por esta gente, no me queda otra opción...más que...hacerlo yo mismo. Bajaré a la tierra y pondré las cosas en su lugar...- Dicho esto, dio media vuelta y se encaminó hacia la tierra.
Cuando el Creador quedó solo en el paraíso, volvió a sonreír... -Al fin lo entendiste...ni uno solo de mis hijos quedaría sin redimirse...-
                                      S.S


S.S
                                                           

sábado, 19 de noviembre de 2011

-.Tesis "La Mentira".- (Intento Cortazariano)

                                                           Tesis "La Mentira"

Para introducirnos en este tema, quiero hacer alusión a la definición exacta de la palabra mentira, extraída la misma del Excelentísimo diccionario de la Real Academia Española”. Esta dice así: Mentira: Expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa. Por esta definición, podemos inferir que,  la verdad es tan subjetiva como nuestro propio saber, creer y pensar.
 La Verdad es incomoda, rígida, transparente y no siempre cae bien. La Mentira, por el contrario, si está bien  interpretada  y es consistente en su cuerpo y forma, es tan flexible que siempre logra conformar y llenar de alegría a quien es su víctima, (aunque el adjetivo “víctima” debería ser revisado, propongo en su lugar utilizar, así lo haré desde ahora, el vocablo “paciente”…) y maximizar la imagen del “mentiroso”, ubicándola en posiciones inimaginables.
 Claro que para mentir hay que ser un experto en las “Artes de la Mentira”. Si bien todos, “todos” mentimos, no cualquiera puede inventar una historia con la veracidad falsa que se necesita para que la otra persona, el “paciente”, crea en la historia que está escuchando.
Para que una Mentira sea verás, debe cumplir algunos requisitos:
1- Debe ser vivida como real, “El Mentiroso” tiene que expresarla con el convencimiento y la fuerza de una verdad. No se debe encontrar el menor atisbo de duda en el discurso ni en la interpretación de quien la diga, pues si esto ocurre, dejará lugar a la duda y todo el castillo de naipes, podría derrumbarse.
2- Debe contar con una historia consistente. Que una historia sea consistente, no implica coherencia, realidad o concordancia con lo conocido en el mundo conceptual, bien podemos forjar una historia sobre un perro amarillo de dos patas que juega a las cartas en un pueblo lejano y que esta suene, valga la redundancia, consistente. Si a la historia, por más disparatada que sea, le sumamos determinación, firmeza y todo lo expuesto en el punto anterior, la alocada narración tomará un tinte tan veraz que será creída hasta por el más escéptico de los incrédulos.
3- Por último, al menos en este pequeño listado introductorio, hago referencia a algo ya nombrado: La Determinación.
La Determinación es importantísima a la hora de que una Mentira se vuelva real, si esta falla, la fuerza de la suspicacia haría mella en nuestra historia y perderíamos el eje, lo que nos llevaría a la ruina segura.
Confrontándolas, podemos decir que, La Verdad es verdadera, por lo tanto, plana, directa, insulsa y simple. La Mentira, por el contrario, es algo a realizar. Ella nos permite volar con la imaginación, utilizar toda nuestra inventiva… en definitiva es un cuento, una ficción que necesita de colores, interpretación, tonos y matices... quien dice una verdad, solo la dice, la esputa ... quien dice una mentira, la crea, la siente y la vive, de no ser así, la mentira se cae y es descubierta...
La Verdad es como un caracol y la Mentira, como una jungla majestuosa.


La Mentira puede ubicarnos en el lugar exacto en donde queramos estar. El espacio tiempo son factores inmanejables por nosotros, simples humanos, pero las realidades que nos tocan vivir, si no son plausibles de cambio, al menos, si lo son de revestirse con una buena Mentira que nos conforme. Podemos desde, crearnos nuestro propio mundo, hasta culpar a otros por nuestra realidad, podemos mentirnos diciendo que estamos mejor de lo que estamos o que sabemos que estamos queremos estar, o que sabemos que nuestro malestar es solo temporal (Aclaración: El estado de cada uno es independiente del otro, a decir, puedo estar mejor de lo que creo estar y estar eligiendo la mentira de decirme que no estoy tan bien, etc.)
También podemos elegir La Mentira en relación a la realidad de los demás y de esta manera sufrir menos las venturas o desventuras de quienes nos rodean.
En resumen, La Mentira nos permite vivir de manera cómoda y práctica, la realidad que nosotros queramos ver, con los matices que queramos elegir y hasta con los límites con los que nos queramos restringir.


La mentira cuenta, a lo largo de la historia universal, con una mala prensa directamente proporcional a la sobrevaloración de la verdad. Contradictoriamente, es utilizada de manera diaria por todos los sectores e individuos que le dan forma a la realidad (sabiendo que “La Realidad” no es más que un concepto abstracto) en la cual vivimos: gobiernos, religiones, instituciones de enseñanzas, matrimonios, padres, madres, hijos, abuelos, fuerzas policiales, militares, órganos de investigación, gurues, ligeras, artistas, médicos, patrones, empleados, filósofos, sofistas, etc.
Todos utilizamos  La Mentira, como método de comunicación o como herramienta de coacción para llegar y conseguir algún fin. Todos planteamos medias verdades o Mentiras enteras a nuestra conveniencia, y de esta manera generamos una sola realidad relativa la cual se vuelve tan real y palpable que, sobre ella se escriben leyes, dogmas y tradiciones durante siglos y siglos.
Muy pocas veces La Verdad es verdadera, y cuando la Verdad es dicha, suele ser trágica. De hecho, la verdad más absoluta, la única Verdad irrefutable, es que vamos a morir.
Muchos afirman que no es la única Verdad absoluta, ya que consideran que aseverar que “estoy aquí, ahora” también es una Verdad absoluta, pero, para quienes piensan eso, puedo asegurarles que cuando lean las palabras “estoy aquí y ahora” que he escrito más arriba, yo ya no estaré, al menos en el mismo “aquí y ahora” en donde me encontraba cuando las escribí. Por lo que me animó a refutar esa teoría. .

Conclusión
La Verdad es relativa y subjetiva. Depende de quien la vea y de cómo la perciba. Si un Cristal es atravesado por una piedra y se astilla en mil partes, podríamos afirmar como verdad absoluta, que se está rompiendo…pero bien podría alguien alegar, que en realidad el cristal está modificando su forma para ser ahora, miles de pequeños cristales que tomarán una mejor posición en el universo.
En contra posición, La Mentira es en su totalidad algo real e imposible de negar como tal, dado que, no importa el hecho que narre, el lugar que ocupe, la circunstancia que navegue, La Mentira, una vez dicha, es realmente una Mentira. Es decir, cuando uno dice una Verdad, esa verdad es relativa, en cambio, cuando uno dice una Mentira, miente, de aquí su carácter de verdad.
                                                           S.S