sábado, 11 de junio de 2011

"LA RAMA Y EL IDIOTA" (Relatos Desgramatizados)

                                                        La Rama y el Idiota

El tiempo no pasa, los que pasamos somos nosotros a través de él. La línea temporal se mantiene quieta, inmóvil, somos nosotros los que avanzamos. Este rozamiento obligado con la fina materia de la cual se compone el tiempo, nos desgasta el físico y eso nos lleva a la muerte. Es como caernos de una montaña, el rozamiento contra la superficie de la tierra, las piedras, la gramilla, etc. también nos desgasta, nos raspa, nos arranca pedazos, nos quiebra y hasta nos mata...tal cual como ocurre con el tiempo. Es decir, el tiempo es como una montaña, una pendiente por el cual caemos sin podernos detenernos y en ese caer indetenible, nos vamos despedazando hasta morir, pero él, al igual que la montaña, se mantiene estático. Algunos caen con más dignidad, con mayor plasticidad, como acróbatas de un circo de privilegiados saltimbanquis y otros revotan toscamente y se revientan la cabeza con mayor rapidez. Tal vez, si en ese camino que emprendemos al ser concebidos, en ese caer incesante, en ese revotar contra la superficie del tiempo encontráramos una saliente, una rama o una raíz de la cual agarrarnos, podríamos mantenernos, eternamente en este espacio...en este plano, en este tiempo...

-Vaya idiotez está diciendo amigo...para ser eterno, usted debería, no haber nacido...debería haber estado desde siempre, desde antes de la misma creación del tiempo, debería ser Dios y Dios, como todos los dioses saben, solo hay uno, a lo sumo, dos, o tres...pero no más. Además, ¿qué tipo de saliente debería ser esta? ¿Qué tipo de raíz mágica? al menos, debería contar con ciertas comodidades determinadas tal que nos permitiera no cansarnos en esa pseudo  eternidad que usted proclama...imagínese durante siglos asido a una rama... ¿cuánto tiempo aguantaría? ¿qué tipo de vida sería? trate de visualizarse transcurriendo los años con los brazos levantados, los hombros adoloridos, el cuello tullido de dolor y la sangre acumulándosele en las piernas... después, con la cantidad de personas que caen en esta constante catarata de tiempo inmóvil, usted cree, con esa soberbia tan humana, que ninguno va a caer por el mismo exacto lugar en el que usted se encuentre...que de repente no va a sentir el golpe de un hombre o una mujer contra su cabeza y ahí va a caer impulsado por el porrazo y el peso de este ser... además y siguiendo la lógica de la gente que cae y cae, ¿no estaría ocupando el lugar de otra persona que tiene derecho a caer por el mismo lugar que a usted le toco caer, pero, a su debido tiempo? ¡Ay amigo! su pensamiento, si no es ingenuo, como mínimo, es incompleto.
- Vaya, no lo había pensado de esa manera...a veces, la velocidad que le imprimo a mi paso por el tiempo y el hecho de andar siempre buscando una saliente de dónde agarrarme, no me dejan pensar con claridad... a lo mejor, debería dejar de buscar salientes, de manotear al pazo raíces e intentar caer de esta montaña más dignamente...demasiados chichones tengo ya en la frente ¿no?...
-¿Chichones?¿Qué se yo de chichones?¿a mí que me dice? yo soy solo una rama en esta montaña atemporal...
                 s.s

-.La Rama y el Idiota.-s.s


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